Las placas solares son una excelente forma de aprovechar la energía renovable del sol, pero como cualquier otro dispositivo, requieren un mantenimiento adecuado para funcionar con eficiencia. Uno de los aspectos más importantes de este mantenimiento es la limpieza regular de las placas.
En este artículo, te explicaremos cuándo y cómo debes limpiar tus placas solares para maximizar su eficiencia.
Cuándo limpiar las placas solares
Determinar el momento adecuado para limpiar tus placas solares es crucial para mantener su eficiencia y alargar su vida útil. No hacerlo podría resultar en una pérdida de rendimiento y, en última instancia, en un incremento en los costes de energía.
Estaciones del año
El mejor momento para limpiar las placas solares varía según la ubicación y el clima, pero generalmente, la primavera y el otoño son las mejores estaciones para llevar a cabo esta tarea. La primavera es ideal porque las placas se ensucian menos durante el invierno, y el otoño es excelente porque te prepara para los meses más cortos y fríos del año.
Frecuencia
No existe una regla general sobre la frecuencia con la que se deben limpiar las placas solares, pero una revisión visual cada dos o tres meses puede ser un buen indicativo. Si notas que la eficiencia de las placas ha disminuido o que hay acumulación visible de suciedad, es hora de una limpieza.
Cómo limpiar las placas solares
Herramientas necesarias
Antes de comenzar la limpieza, asegúrate de tener a mano una manguera de agua, un cubo, esponja suave y detergente neutro. Evita usar productos químicos fuertes o abrasivos, ya que podrían dañar las placas.
Procedimiento
Desconexión: Antes de empezar, desconecta el sistema solar para evitar cualquier tipo de accidente eléctrico.
Retirar suciedad más incrustada: Utiliza la manguera para retirar cualquier suciedad o escombros grandes adheridos a las placas.
Preparar la solución de limpieza: Mezcla un poco de detergente neutro en un cubo de agua. Utiliza la esponja suave para aplicar la solución de limpieza en las placas, frotando suavemente.
Enjuague: Usa la manguera para enjuagar las placas. Asegúrate de retirar todo el detergente.
Secado: Deja que las placas se sequen al aire libre o utiliza un paño suave para secarlas.
Reconexión: Una vez que las placas estén secas y limpias, vuelve a conectar el sistema solar.
Conclusión
Mantener las placas limpias no es solo una cuestión estética, sino un requisito para asegurar que estás aprovechando al máximo la inversión que has hecho en energía renovable. Conocer el momento adecuado y el procedimiento correcto para limpiarlas puede marcar la diferencia en tu factura de electricidad y en el impacto medioambiental de tu hogar o negocio.
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