Con este tiempo lo que menos apetece es darse un chapuzón en una piscina, sin embargo no debemos perderla de vista, ya que es durante estos meses cuando hay que preocuparse por su mantenimiento, para que llegado el verano podamos disfrutarla sin ningún contratiempo.
Hace algún tiempo mantener una piscina durante el invierno era una ardua tarea, a día de hoy, los procesos se simplifican y todo es mucho menos laborioso. En primer lugar debes decidirte por alguna de las dos opciones para mantener tu piscina en invierno, vaciarla o mantenerla con agua.
Vaciar la piscina
Esta opción te permite limpiar y desinfectar en profundidad el vaso de la piscina, sin embargo conlleva un gasto y un esfuerzo extra que deberás realizar cuando las temperaturas vayan subiendo.
Piscina llena en invierno.
Si optas por esta opción, podrás reducir los costes y puesta en marcha al inicio de la temporada y evitar tener que limpiar la piscina antes del nuevo llenado, además de ahorrar cuarenta y cinco mil litros de agua (promedio de litros por piscina). El proceso de hibernación o invernaje debe iniciarse cuando la temperatura del agua baje de los 14ºC, para llevarlo a cabo es recomendable bajar el nivel del agua dos tercios de su volumen habitual y mantener el agua limpia y en buenas condiciones, recordando que no es necesario añadir la misma cantidad de cloro que en época de baños.